House (Irving y Jacoby, 2009); a otros los ilumina Los Simpson (Irving y Skoble 2009); yo soy del club de Mad Men (VV:AA: 2010). También hay las comunidades de The Wire, The Big Band Theory, Sex and the city, 24, Six Feet Under, Breaking Bad, Expedientes X, Weeds, Extras, Grey´s Anatomy, Lie to Me, West Wind, Dexter, ln Treatment, Queer as folk, Ally Mcbeal y de latinas como Los simuladores, Mujeres asesinas, Sin tetas no hay paraÃso, El capo, Ciudad de los hombres... y cada año hay que seguir sumando como Homeland, la última evolución de esta cultura.
Las series de culto-pop-mundo son producciones que surgen de la estética de cine y su experiencia del lenguaje audiovisual pero asumiendo la narrativa televisiva extendida. Aurélien Le Genissel (2011) afirma que ha llegado "un formato mejor adaptado a las nuevas generaciones y a los deseos de originalidad del espectador" y añade que "es bien cierto que grandes e innovadoras series como The West Wind, The Wire, Mad Men o ln Treatment abren la puerta a horizontes formales, guionÃsticos y temporales que (por su propia esencia) el cine no puede explorar". Albert Fuguet (s.f.) entiende que estas series, "respetando la pequeña caja y sus posibilidades expresivas, trabajan innovadoramente para hacer una tevé como no la hemos acostumbrado a ver". Lo mejor de la televisión en estética del cine, dirÃan unos, otra cosa distinta dirÃa yo: una que es más televisión que cine. "El cine pierde con las series -la victoria "de momento" de las series sobre el cine- desnuda... diferencias genéricas -longitud, lógica del episodio, etc.- que le permiten a los guionistas otra cintura a la hora de escribir, no creo que muchos de nosotros discrepemos en el hecho de que, hoy por hoy, hay mejores guiones en el mundo de la televisión (series) que en el cine.