Si bien ya alcanza al 80 % de los telehogares hispanos en Estados Unidos, su principal mercado es el de Los Ángeles, al haber iniciado sus transmisiones en esa ciudad y ser la de mayor número de hogares hispanos en Estados Unidos.
Durante los últimos años, TV Azteca se destaca en sus incursiones en América Latina al comprar en 2010 una cadena de alcance nacional en El Salvador y de obtener licencias en materia de telecomunicaciones y de televisión de paga en Colombia (TV Azteca, 2011).
A nivel nacional, Televisa y TV Azteca están más cerca que nunca, incluso se puede decir que viven un romance convergente, por medio de su alianza con Lusacell, ya que comparten el 50 % de esta empresa de telefonía celular y servicios móviles. Además de telefonía móvil de última generación, Lusacell controla la empresa Total Play, que dentro de sus servicios ofrece internet, telefonía fija, televisión de paga y telefonía móvil.
La aceptación de la Comisión Federal de Competencia (CFC) de la alianza Televisa-TV Azteca con Lusacell fue muy polémica y desde nuestro punto de vista sigue demostrando el poder que tienen ambas televisoras frente al poder público, ya que en un principio la CFC había desechado la alianza, porque colocaba como socias a dos empresas que compiten en el mercado de la televisión abierta y podrían utilizar sus ventajas competitivas como productoras y distribuidoras de contenidos audiovisuales en los servicios de telefonía móvil de distintas formas. Por ejemplo, en
la distribución exclusiva de sus contenidos vía móvil o a costos mucho más bajos para sus clientes.
La aceptación de la CFC demostró el músculo de cabildeo de las televisoras frente a las instituciones públicas reguladoras y el gobierno federal, al conseguir concentrar y controlar, ambos grupos, empresas en todas las hileras, de los sectores de los medios y las telecomunicaciones.