Figura 9. FotografÃa donde aparece Baird con uno de sus primeros televisores comerciales. La imagen resultante puede verse en la pequeña pantalla redonda que se encuentra en el lado izquierdo de la caja. Baird, por su parte, sostiene en su mano un dispositivo para ajustar el sincronismo de la imagen. Fuente: Baird Laboratory Glass Lecture Slides, Baird-1930.
Figura 10. Televisor «Modelo C» de Baird, fabricado en 1928. La pantalla se encuentra situada en su lado izquierdo y el receptor de sonido se encuentra ubicado en la parte inferior. El mueble del televisor; como puede apreciarse, tiene una forma que permite acomodar en su interior el disco de Nipkow. Fuente: Baird Laboratory Glass Lecture Slides, Baird-1930.
La demostración organizada por Baird y Hutchinson, para los miembros de la Royal Institution, consiguió el efecto perseguido y su conocimiento permitió recabar los apoyos económicos necesarios para fundar, en abril de 1927, la Baird Television Development Company, empresa con la que Logie Baird afrontó, a partir de entonces, demostraciones cada vez más ambiciosas: entre el 24 y el 26 de mayo de ese mismo año, realizó diferentes transmisiones de televisión, desde Londres hasta Glasgow, a través de las lÃneas telefónicas; en febrero de 1928 consiguió transmitir imágenes, por onda corta, desde Londres hasta Nueva York, logrando un hito que el New York Times comparó con la hazaña de Marconi de 1901; y por fin, en agosto de 1929, la BBC británica, que tenÃa el monopolio de la radiodifusión en Gran Bretaña, aceptó ampliar su programación con las retransmisiones de televisión que Baird comenzó a emitir desde los estudios de la BBC, en Savoy Hill, en horario nocturno, a partir del momento en que finalizaba la programación de radio.
El sistema utilizado por Baird en aquellas primeras transmisiones de televisión alcanzaba las 30 lÃneas por cuadro, barridas en vertical, con una frecuencia de refresco de 12,5 cuadros por segundo y una relación de aspecto de la imagen de 3:7.