Cuatro noticias acerca de la tele, ese viejo medio, ese aparato que todos amamos en privado y odiamos en público, ese artefacto que marcó el siglo XX y que sigue reinando en el siglo XXI, esa pantalla que genera todas las pasiones y tantas luchas de poder. Cuatro noticias, dos malas (no sirve para nada y ha muerto) y dos buenas (su vitalidad está en ser una máquina popular y encontrarse con las expectativas, necesidades y reconocimientos de la gente del común).
Noticia 1. La televisión es perversa; pero hablar mal de ella lo hace a uno inteligente. Cuando surgió la televisión, la sociedad se emocionó porque se pensó que ahora sà se podrÃa educar y ´culturizar´ a todos, que ahora sà la democracia participativa era posible, que ahora sà la sociedad contaba con una tecnologÃa para el desarrollo colectivo humano. Y pasó el tiempo, y esta tecnologÃa de la esperanza demostró que no daba para tanto. Por el contrario, la televisión servÃa para debilitar la democracia, ya que puso de moda a la seducción sin ideas y las celebrities polÃticas; que más que educar, deseducan y promueven el consumo acrÃtico; que más que culturizar, celebran los modos populares de habitar el mundo de la vida. Y vino el desencanto con la tele. Y nos llenamos de frustración. Y la llamamos la "caja boba", "telebasura", "el fin de la civilización", "roba almas". Y vino la diatriba: si la sociedad es tonta, es por culpa de la televisión que todo lo envilece; si la gente no lee ni piensa, es culpa de la televisión que atenta contra la cultura letrada, crÃtica, reflexiva y de élite que tanto tardó en construir la humanidad.