La televisión no morirá jamás. La televisión es todo lo que no sea el teléfono móvil, o la tableta digital, o la consola de videojuego. Una cosa es hablar de televisión y otra de pantallas. Y la televisión venÃa tranquila hasta que llegó el transmedia. Este ensayo reflexiona sobre la transmedia y afirma que siempre nos quedará la televisión y el periodismo.
De acuerdo, la televisión no morirá jamás. Entonces, ¿cómo será la televisión en el futuro?
Las preguntas que nos hicimos desde la academia hasta los años ochenta eran más o menos ¿cuál es la esencia de la televisión? ¿La simultaneidad temporal con la realidad? ¿Un artefacto programado rÃgidamente durante una jornada de 24 horas? ¿Un electrodoméstico desde el cual una persona se dirigÃa a ti desde un escenario? ¿La sumisión de los hábitos familiares a los horarios de la televisión? ¿La adecuación técnica y programática a la temporalidad de reloj de todos los programas, independientemente de su interés o importancia?
También hubo preguntas más sesudas como la famosa de Umberto Eco: "¿i bambini fanno male alla televisione?"
Pero al final de muchos estudios y ensayos sobre el medio, la mayorÃa de la gente se quedaba con una única pregunta: ¿la televisión sirve para perder el tiempo o para recomponerlo? Muchos dirÃan que para aprovecharlo: cuando al filo de la medianoche caes miserablemente en el sopor de la última cena y te duermes como un bendito, eso sà es aprovechar la televisión.
La pregunta sobre la televisión nos llega ahora impuesta por la presión de las tecnologÃas y el mercado cuando los nuevos medios se hallan sometidos a una aceleración nunca antes vista.