La televisión hispana de Estados Unidos representa un espacio mediático muy singular en el mundo, caracterizado al mismo tiempo como un medio étnico, dirigido a una minorÃa nacional, pero desarrollado con la fuerte participación de corporaciones transnacionales iberoamericanas; con una identidad cultural basada principalmente en el uso del español pero dirigida a un púbico mayormente bilingüe, o polÃglota; aunque está definida como televisión hispana, su audiencia está compuesta por una población multinacional, multirracial y multicultural. Dada esta diversidad, históricamente una de las estrategias más importantes para la supervivencia y crecimiento de la industria de televisión hispana ha sido la construcción de una identidad televisual en donde el uso del español ha sido el elemento común de la hispanidad, y la visibilidad de los orÃgenes nacionales de los diferentes grupos nacionales (mexicanos, cubanos, puertorriqueños) son disminuidos para ser reconstituidos solo como latinos estadounidenses.
El crecimiento sostenido de la población latina en Estados Unidos y su nueva visibilidad como mercado atractivo para las corporaciones estadounidenses y transnacionales han producido en las últimas dos décadas el surgimiento explosivo de cadenas de televisión abierta, de cable y de satélite dirigidas al público latino-norteamericano. Para el año 2000 existÃan Telemundo y Univisión como cadenas de televisión abierta en español con cobertura nacional. Para 2012 ya son seis televisoras con estatus de cadena nacional al unirse a este grupo Azteca América, Estrella TV, Telefutura y V-Me. Aunque las cadenas nacionales de televisión abierta siguen teniendo una posición privilegiada y hegemónica como medio masivo dirigida a la población latina, el extendido uso del cable y satélite en Estados Unidos ha abierto un campo fértil para el crecimiento de cadenas de cable de televisión dirigidas a los hispanos.